Expertos responden a la pregunta que muchos niños hacen a sus padres. Esta pregunta tiene muchas respuestas posibles. Por eso, consultamos a tres grandes expertos con opiniones distintas sobre el tema.
Estas fueron sus respuestas:
Julian Baggini
Filósofo
¿Quién es Dios? Es una buena pregunta y la verdad es que todo el mundo parece tener una opinión al respecto, aunque nadie lo sabe con certeza.
Para muchos, Dios es un poco como un padre, pero el padre de todos. Creó el universo y a todos los que lo habitamos, y nos quiere a todos. Sin embargo, también está dispuesto a reñirnos y a castigarnos si nos portamos mal. Las personas que creen en este Dios piensan que deberíamos obedecerle y quererle, del mismo modo que obedecemos y queremos a nuestros padres humanos.
Sin embargo, estas personas no se ponen de acuerdo sobre quién es exactamente Dios. Como distintas personas tienen ideas distintas, hay muchas religiones diferentes; y diferentes grupos dentro de cada religión.
Otras personas creen que Dios no es una persona en absoluto, sino una especie de fuerza. En el mundo existe el bien y el mal, y «Dios» es el nombre que le damos al bien.
Aún hay otras personas que opinan que Dios no existe y que los seres humanos inventaron la idea de Dios para explicar cómo surgió el universo y por qué debemos ser buenos. Sin embargo, ahora la ciencia nos ayuda a entender mejor el mundo, por lo que estas personas creen que ya no necesitamos creer en Dios.
En conclusión, no hay una manera sencilla de responder a la pregunta «¿Quién es Dios?». Tendrás que encontrar la respuesta que tenga más sentido para ti. Y, mientras lo haces, te daré un consejo: desconfía de todo el que te diga que está seguro de quién es Dios.
Meg Rosoff
Escritora
¡Menuda pregunta! ¿Dios es un hombre? ¿Una mujer? ¿Un pez? ¿Una cabra? ¿Dios es joven o viejo? ¿Gordo o flaco? ¿Del tamaño de una cebolla, de un dinosaurio o del Everest? ¿Es lento como un caracol o rápido como una estrella fugaz? ¿Dios es invisible? ¿Ha salido a comer? ¿Nos escucha con atención? ¿O no es más que una idea que se le ocurrió a alguien hace diez mil años?
¿Dios vive en el cielo? ¿En una nube? ¿En el espacio exterior? ¿En nuestras cabezas? ¿En la Biblia? ¿O en ningún sitio?
Hay gente que cree que Dios creó a las personas.
Hay gente que cree que las personas crearon a Dios.
Hay gente que cree que su dios es el único.
Hay gente que cree que hay muchos dioses, ¡cientos de ellos!
Hay gente que mataría a cualquiera que no esté completamente de acuerdo con su idea de quién o qué es Dios. Hay gente que está total y absolutamente convencida al cien por cien de que Dios no existe.
Y hay gente que… bueno… no está demasiado segura.
Es posible que Dios sea una emoción. Una emoción agradable que nos da seguridad. O una emoción atronadora que nos dice: «¡No harás esto, no harás lo otro, no te divertirás nunca!». Quizá Dios sea la voz en tu cabeza que te dice que no se debe hacer daño a los demás. O que no se debe robar, ni engañarse a uno mismo. O que hay que volver a tapar el bote de la mostaza.
O quizá Dios sea como la naturaleza. Como un día soleado o una ola en el océano. Quizá solo vemos a Dios cuando necesitamos verle. O quizá Dios no exista.
Nadie puede decirte que tu Dios no sea el Dios correcto o que tu idea de Dios esté equivocada.
No tienes por qué creer en Dios. Dios no tiene por qué creer en ti. La decisión es tuya. Y siempre puedes cambiar de opinión.
Francis Spufford
(Escritor)
Para empezar, te diré quién no es Dios: no es un superhéroe. No es alguien como nosotros, pero más fuerte, más rápido y más listo, que usa Sus poderes especiales para recorrer el mundo. De hecho, no forma parte del mundo en absoluto. Si crees en Él, Él es el motivo de que haya un mundo. Todas las cosas que ves están aquí porque, con su amor, hace que todo siga funcionando.
No podemos demostrar que existe (y tampoco que no exista), pero las personas que creen en Él, como los cristianos, los judíos o los musulmanes, tienden a pensar que podemos percibir su presencia. Para nosotros, está en la tranquilidad y en la paz de espíritu, está en el sonido de nuestras plegarias y está ahí cuando sentimos que nos acompaña en un camino solitario. Los cristianos tienden a pensar que se acerca a nosotros cuando demostramos amor, y los judíos y los musulmanes piensan, en general, que lo sentimos cuando somos justos. Pero todos estamos de acuerdo en que nos quiere y que le importa mucho lo que hacemos.
Nos equivocamos y hacemos cosas mal, pero nunca nos abandona. Es la persona que nos quiere a pesar de todo. Si lo que digo te hace pensar en un padre o en una madre ideal, no te sorprendas, porque para las personas que creen en Él, es el padre y la madre de todo el universo. Quizá le inventamos pensando en padres y en madres y luego imaginando uno muy grande; pero no da esa sensación. La sensación es como si las cosas buenas de la familia fueran tan solo un pequeño esbozo de lo que es en realidad el universo en el que vivimos, a pesar de todo.
Cuando nos portamos de forma cruel o destructiva, nos alejamos de Él, y cuando nos portamos de forma bondadosa o amable, nos acercamos a cómo es Él. En comparación con Él, somos personas muy pequeñas y perecederas, que miramos el mundo a través de las diminutas ventanas de nuestros dos ojos. Sin embargo, por extraño que parezca, pensar en Él no nos hace sentir pequeños, o al menos no de una forma triste o desalentadora. Es más como lo que se siente al llegar a la cima de una montaña muy alta, donde el sol brilla como un diamante sobre el cielo azul, y desde donde podemos ver a kilómetros a la redonda. Descubrimos que el mundo es mucho mayor de lo que pensábamos y que quizá, solo quizás, uno puede ser mayor de lo que cree, también.
Comentarios