Lo primero que deben hacer los padres es evitar expresar disgusto con palabras descalificadoras producto de la frustración que puedan sentir, ya que eso no les ayudará a sus hijos (hijas) a enfrentar futuros retos.
Los padres de familia somos los indicados a hacer una reflexión exhaustiva y serena que ayude a identificar las causas de las malas calificaciones. Lo mejor es analizar por qué pasó esto. Si fue por irresponsabilidad, si presenta alguna dificultad de aprendizaje que no ha sido reconocida o si fue por una situación emocional que está viviendo.
Para muchos adultos es fácil criticar a sus hijos, pero no se dan cuenta de que durante todo el año los menores vivieron situaciones que requerían de su compañía, pero nunca les prestaron atención. Tal es el caso de los niños que afrontaron la separación de sus padres, la pérdida de un ser querido, inestabilidad familiar en lo económico o ser de aquellos que se distraen fácilmente.
Independiente de la razón, los progenitores deben tener en cuenta que nunca se pierde un año, pues fue un periodo en el que el educando vivió y aprovechó algo para su vida. Lo que perdió fue un nivel académico que debe repetir. Si bien es una situación que afecta económicamente, no se debe sobredimensionar como si se hubiera perdido algo en la vida.
La buena comunicación y comunión en familia es vital para asumir tareas, problemas y retos de los hijos. Para ello debemos fomentar en nuestros hijos el dialogo sincero y honesto. Como padres debemos acompañar y dar seguimiento a todas las actividades pedagógicas de nuestros niños.
La responsabilidad de la educación de los hijos es algo que no se debe dejar de lado. Es importante asumir seriamente las responsabilidades de ser padres y una de ellas es la formación adecuada de los hijos. Es más, ese compromiso debería constituirse en un principio articulador de las tareas de los progenitores.
La pérdida del año escolar es una de las causas de suicidio infantil. Por esto, es importante actuar de manera correcta, con el fin de no generar consecuencias mayores. Además, reprobar un nivel académico es algo de lo que todos somos responsables.
Puntualizando…
1.- Hacer una autoevaluación el rol como padre de familia. El fracaso de nuestro hijo también es nuestro fracaso.
2.- Entender que todo fracaso es trampolín para llegar al éxito. Debes enseñar a tu hijo a manejar el fracaso y tener siempre una actitud positiva. “Trabajaré junto con mi hijo para salir adelante buscaremos soluciones juntos”.
3.- Oriente a su hijo que la disciplina es fundamental para tener éxito. Cronogramar actividades o hacer horarios para diferentes tareas en casa nos permitirá hacer las cosas con responsabilidad.
4.- Mirar siempre adelante. Inculcar a nuestros hijos que siempre habrá un futuro mejor. Si tu hijo perdió el año escolar, llorar no te ayudará. Hay que aprender a vencer los obstáculos y a pensar; mañana será mejor.
En qué materias es más frecuente…
Según Gardner las personas tenemos diferentes potencialidades en las inteligencias múltiples (Inteligencias: lingüística, musical, lógico matemático, espacial, corporal – kinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturalista). Por ello los estudiantes se apasionan de diferente modo con cada materia en clases.
Sin embargo, según los casos observados en Bolivia las asignaturas donde implican representaciones abstractas como Matemáticas, Física, Química, etc. Son las que más denotan en el bajo rendimiento académico.
La pérdida del año escolar debería ser motivo de análisis de toda la sociedad en conjunto. Las instituciones tienen que cuestionarse y revisar los planes de estudio, modelo pedagógico y sistema de evaluación para saber qué pudo haber fallado.
Lic. Gualberto Tein Alanoca
Pedagogo
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